La verdad que no he encontrado el momento de escribir, en estas últimas semanas he querido ponerme en muchos momentos, pero no lo hice, y saben por qué. Pues por la sencilla razón, que a lo mejor me arrepentiría de mucho de lo que escribiera. Cada momento han ido cambiando mis sentimientos (rabia, frustración, confusión, impotencia, etc) hacia ciertas personas (a las que no me importan ni lo más mínimo como yo a ellos), o hacia personas que quiero de verdad y de las que me dolía pensar en el daño que les podía hacer.
Tengo tantos términos en la cabeza que me gustaría analizar con detalle, términos que he escuchado o leido estos días; confianza, unidad, serenidad, templanza, marcha atrás, etc. Pero si comienzo a analizarlos todos, podríamos estar todo el día escribiendo y lo siento pero mucho tiempo, no tengo.
De lo que si voy a hablar hoy en este post es de la
revolución. Aunque este sea un término que implique es cierto sentido una acción radical, desde el Lado Oscuro no lo vemos así, si no más bien como un
cambio invocado por circunstancias que te rodean y no puedes aguantar, por injusticias que se llevan produciendo desde hace tiempo y no se han denunciado jamás.
Como regresar al pasado no se puede (si se pudiera, muchos hubiéramos realizado algún cambio que ahora no nos repercutiría) la única acción que queda, es intentar arreglar el futuro. Sabemos que para arreglar el futuro hay muchas opciones posibles, pero entre ellas no está la de seguir tragando. Y saben por qué, porque el ser humano suele tener un aguante y no nos pueden
estar utilizando indefinidamente para el interés de un particular, ni para el interés de una minoría. Pudo resultar una acción radical, equivocada, etc… pero créame que fue la mejor en ese momento. Aunque no creo que nos equivocáramos, esto iba a llegar tarde o temprano, fue una acción desde la Unión, desde la defensa de nuestro derecho y desde la denuncia publica de la ineptitud.
No me arrepiento de lo sucedido, solo que ahora
reflexiono, y veo que de las acciones se aprende, se toman como experiencias, y con el tiempo se pueden llegar a convertir hasta en consejos para otros.
El mal sabor que me queda, es de dolor. De dolor de no tener tan cerca de personas validas que podría dar más y cambiar la situación actual, el dolor sufrido a personas que quiero, el dolor de la imposición, el dolor de la violación de tus derechos por el aparato. Pero tengan claro que no hay dolor en las opiniones de personas que, sin conocimiento, ni juicio, ni visión, han querido causar. No les ha salido como esperaban, no he entrado al trapo, ni entraré. A todas esas personas comentarlas que ese dolor solo afecta a insignificantes, a otros que no son como yo.
Se que me estoy extendiendo, y me que gustaría seguir escribiendo sobre esto, pero la verdad que esto solo me importa a mi. (O por lo menos eso es lo que creo, si os importa es porque me tenéis algo de cariño en vosotros que me seguís)
Ahora
solo queda el tiempo, y esa última oportunidad (ya sea por obligación o por decisión propia) pero que no olviden, que cuando alguien juega con fuego se quema, o que como decían los mayores cuando se jugaba junto a la hoguera; no juegues con fuego que luego te meas en la cama.
Pues sí;
Se te ha dado otra más no juegues con ella, que si no el daño será mayor hasta no poderte cambiarte tu el pantalón
Seguiremos escribiendo otro día………………………..
