jueves, 6 de septiembre de 2007

¿Consciente o No-Intencionado?





Hoy no queremos hablar ni virtudes, ni de rasgos de personalidad, sino de una de las actuaciones más antiguas que se dan a lo largo de la historia en las relaciones sociales. ¡Y! por qué no decirlo, de la actuación que tenemos que conocer a la perfección y utilizarla para el interés común del lado oscuro. Aristóteles ya en la antigüedad, definió dicha actuación, “considerando falso lo que entra en contradicción con la realidad: si el juicio une lo que en la realidad está desunido o desune lo que está unido realmente, es falso”

Sí amigos, hablamos de la falsedad, seguramente que ya sabían de que se trataba. Si indagamos un poco más, nos damos cuenta que debemos distinguir entre dos tipos antes de continuar; la falsedad consciente y la no intencionada.

Siguendo fiel al objetivo del blog, no cabe definir en estos momentos la falsedad no intencionada. Nos centraremos en esas actuaciones, que se realizan desde el pleno conocimiento, entrando en contradicción con la realidad que nos envuelve.

Benito Espinosa lo definió como, “el producto de un curso operatorio mal construido, donde las ideas inadecuadas siguen un orden tan perfecto como el de las ideas adecuadas”.

Pero debemos puntualizar sobre la importancia del orden de las ideas, ya que que no podemos olvidar el seguir el sentido común para poder acercarnos al arte de la falsedad. En la mentira, podemos lograr esconder esta durante un corto plazo, pero luego se puede tornarse en trampas donde es fácil caer y muy difícil de salir, conduciéndonos a laberintos de oscuridad.

Por esta razón la falsedad, aunque no lo crean, es un arte que si es bien cultivado puedes obtener el máximo beneficio. Pero no olviden, que no es un arte fácil, puede porvocar el efecto contrario. Es muy fácil caer en los errores de la mentira, y conducirnos en laberintos continuos de oscuridad de los cuales el intentar salir solo nos puede costar más de lo conseguido anteriormente.

En estas actuaciones entran en juego los principios de cada uno, haciendo que a Otros nos cueste más poner en práctica dicho arte. A veces pienso que tendría que olvidarme de mis principios en ciertos momentos, pero las personas que somos fieles a nosotros mismos, nos cuesta olvidar los pilares que sustentan nuestro yo más interno.

Aunque como dijo Aristóteles:
“No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad”
Por eso desde el Lado Oscuro llegamos a la conclusión, que si la causa es justa y seguimos y mantenemos nuestros principios intactos y unidos con nosOTROS, utilicemos en ciertos momentos dicho arte, pero sin llegar a los laberintos de la oscuridad plena.

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