viernes, 24 de agosto de 2007

La Gran Virtud - LA FORTALEZA







El post de hoy va dedicado a una virtud que cada vez necesitamos potenciar en los diferentes entornos en los que nos rodeamos, la FORTALEZA. La procedencia latina es fortalessa. Entre sus distintas definiciones que podemos encontrar, destacamos, la “Virtud mediante la cual somos capaces de soportar o vencer los obstáculos que se oponen al bien y a nuestro progreso espiritual”. Es decir, nuestra capacidad de fuerza para vencer las contrariedades en el día a día de la vida, a través de la firmeza del espíritu y la perseverancia. (Coraje de Vivir)

La fortaleza es LA GRAN VIRTUD: la virtud de los enamorados; la virtud de los convencidos; la virtud de aquellos y de los OTROS, que por un ideal noble, son capaces de arrastrar mayores riesgos; la virtud del que sin desconocer el valor de su vida la entrega gustosamente siendo cada vida irrepetible

Muchos se preguntarán por qué hoy elegido esta palabra. Siento no poder comentar aquí el motivo, ya que es muy personal y sólo los que realmente me conocen sabrán el significado de mis palabras. Pero…piensen un poco en ella y analícense. Verán cómo aunque en pequeños aspectos y/o actos de nuestra vida cotidiana debemos potenciar y valorar esta gran virtud. Haciendo de las pequeñas cosas de cada día, una suma de esfuerzos que pueden llegar a ser algo grande. La fortaleza nos hace tener firmeza en los momentos difíciles, ser constantes y perseverantes en la búsqueda en lo que creemos, no permitiendo tambalearse nuestros principios.

La persona que tiene una visión mezquina, carente de sentido común y egoísta, nunca podrá llegar a desarrollar la fortaleza personal. El desarrollo de esta virtud, se apoya en el desarrollo de todas las demás, algunas que hemos ido explicando en este blog. Es la herramienta para sobrevivir como personas humanas y para vivir como seres humanos. Como dijo Gandhi “La fortaleza y el valor se demuestra con actos, no con palabras. Son muy diferentes de fanfarronear o de ser arrogante o loco. Un hombre valiente es el que se atreve a hacer lo que cree correcto, y asume las consecuencias de sus actos, sean estos políticos, sociales o individuales. Un hombre puede obedecer a otro por dos razones: por miedo a ser castigado, o por amor. La obediencia que proviene del amor al prójimo es mil veces más poderosa que el miedo al castigo”

Desde este post de hoy lo que pretendemos conseguir, es que reflexionen y analicen su fortaleza interna, ubíquense en el tipo de personas que son, y en caso de ser de OTROS, no duden que tenemos que potenciar cada vez más esta virtud para que en los momentos que se aproximarán, puedan afrontar las distintas adversidades que se encontrarán.

Nos gustaría finalizar con el ejemplo que Paulo Coello puso en su columna de “Las 7 virtudes Cardinales” del El Mundo del sábado 18 de Agosto de 2007

Dos rabinos intentan de todas las maneras posibles reconfortar espiritualmente a los judíos en la Alemania Nazi. Durante todo un año, aunque muertos de miedo, logran engañar a la GESTAPO y realizan oficios religiosos en varias comunidades. Finalmente son capturados. Uno de ellos, aterrado con lo que puede suceder de ahí en adelante, no para de rezar. El otro se pasa el día entero durmiendo.

- ¿Cómo consigues dormir? – Pregunta el rabino asustado.- ¿No tienes miedo? ¿No sabes lo que nos puede ocurrir?
- Yo pase miedo hasta que nos hicieron prisioneros. Ahora que estamos aquí, ¿De qué me va a servir seguir teniéndolo? El tiempo del miedo acabó. Ahora empieza el tiempo de la fortaleza para enfrentar el destino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bonita reflexión sobre esta tan valorada virtud. Virtud; acertado adjetivo para referirse a la "fortaleza", porque realmente, esta, es algo inmato y no se puede jugar a ser fuerte ( y no me refiero fisicamente ) si no forma parte de tu personalidad. Las personas fuertes por naturaleza estas predestinadas al triunfo.

Un saludo conpañero/a.